martes, 8 de agosto de 2017

Se acabó



Coge su teléfono móvil y empieza a releer sus mensajes con él. Cierra los ojos, suspira y aprieta el teléfono móvil. Por mucho que le quiera está cansada de decirle las cosas y que al le den igual. Tiene que tomar una decisión y debe hacerlo ya, por mucho que le cueste...
Abre los ojos de nuevo y relee su última conversación.
-Estoy cansada de que me trates así, de repetirte las cosas, lo que me molesta todo el rato. ¿Quién te crees que eres para tratarte así y faltarme el respeto de esta manera? Porque, te recuerdo, que no eres nadie. 
-Lo siento, solo estaba bromeando. Estás diferente, ya no eres la misma de antes.
-Sí, mira eso se llama madurar, idiota. Ya sabes que estoy harta de tus bromas. Te pasas todo el día con tus puñeteras bromitas.
-¿Y qué quieres que le haga si soy así?
-Que dejes de comportarte como el idiota que eres y empieces a comportarte como una persona normal. 
-Pero... ¿Qué? -escribió él, pero no hubo respuesta.
-¿Estás ahí? ¿No piensas hablarme más? Oye, lo siento... -escribió él unos días después.
Aprieta los ojos y empieza a teclear, aunque él no lo entenderá. Ha decidido hacer caso al consejo que le dio su mejor amiga días atrás. 
-Se acabó. Estoy cansada.
Y, antes de que él tenga tiempo a contestarle, va a su perfil de WhatsApp y selecciona la opción de bloquear. Le ha bloqueado. No quiere saber nada más de él, por mucho que le quiera y que él diga que la quiere a ella. No son novios, pero, aunque sean amigos, los amigos escuchan lo que sus amigos le dicen y respetan las decisiones de los otros, no se las saltan a la torera como ha hecho él siempre. Le gusta que las chicas le sigan el juego y no le rechisten nada, pero con ella no le han salido las cosas como esperaba. Ella no es una de esas chicas fáciles que van detrás de él. Ella es diferente. 
Su móvil comienza a vibrar. La está llamando. Cuelga y le da a la opción de bloquear las llamadas entrantes de ese número. Es una solución radical, pero la mejor para ella. Se ha cansado de sufrir.