martes, 28 de julio de 2015

La vida universitaria



Hace dos años…

            Es la primera vez que piso la universidad y estoy nerviosa. Hoy solo toca la presentación, pero allí estará toda la gente que va a mi clase, se supone. Atravieso las puertas que llevan al edificio departamental, guiada por mi novio, porque no tengo ni idea de a dónde tengo que ir, ni nada por el estilo.
            Hay un montón de gente, muchos grupos charlando. Y yo aquí sola. ¿Esta gente ya se conocía o se acaban de conocer? En fin… Nos llaman, me despido de mi novio y entramos en el salón de actos. Vaya, hay demasiada gente. Acabo de ver un sitio libre, pues allí que voy a sentarme.

            Me duele el culo de estar sentada y esto es un coñazo. Por fin acaban de finalizar la presentación, me levanto y salgo fuera del salón de actos. Mi novio se acerca a mí y me da un beso.

-¡Cuarenta y cinco minutos de charla! Qué coñazo…-protesto mientras intento recogerme el pelo.
-Es lo que me tuvieron a mí, más o menos.
-Ahora dicen que nos van a llevar a ver la biblioteca o no sé qué.
-¿Has conocido a alguien?
-No, qué va. Todos están en grupitos como si se conocieran de hacen años. En fin, te veo en un rato.

Me despido de él dándole un beso y me mezclo entre la gente, pero sin hablar con nadie. Me miro los pies continuamente sin saber qué hacer ni con quién hablar. Estoy es un asco, de verdad. Alguien acaba de tocarme el brazo, por lo que me saca de mis pensamientos. Me giro y una chica rubia con el pelo castaño casi rubio está mirando con una sonrisa en la cara.

-¿Quieres?-me pregunta señalando su bolsas de chuches.

¿Pero qué cojones? Esta me quiere drogar o algo, esta muchacha no debe ser normal. No voy a aceptar chuches de desconocidas. Si esto fuera una película, ahora mismo harían zoom en mi cara y os estaríais partiendo de risa. Tengo cara de horror y de socorro sacadme de aquí. De verdad, esto tiene que ser una cámara oculta o algo.

-Mmm… No gracias, no tengo hambre.-respondo ofreciendo una de mis mejores sonrisas.
-Por cierto, soy Natalia.

¡Claroooo! Primero me ofreces chuches y ahora te presentas. En mi mente estoy dándome golpes contra la pared. Qué gente más extraña encuentras en la universidad.

-Soy Tere.-me presento.
-¡Natalia! No te encontraba, pensé que te había perdido.-dice una chica morena acercándose a nosotras.
-Mira, ella es Eli.-señala a la chica morena.-¡He encontrado una de mi clase Eli! Tiene pinta de estudiar informática. Por cierto, ella es Tere.
-Encantada.-decimos las dos a la vez una sonrisa.
-Eli estudia ADE e informática, yo solo informática. Coincidiremos en algunas clases, dime que tú estudias informática.-dice Natalia poniendo ojitos.
-Sí, estudio informática.
-¡Chachi!

            Vale. Esta tía está muy zumbada. Un profesor nos indica que le sigamos y entramos en la biblioteca por la que nos vas a hacer un recorrido. No llevamos ni una planta y ya no sé dónde estoy.

-Creo que nos hemos perdido.-susurro a las chicas.
-Ya, yo también lo creo.-susurra Eli riéndose.
-¿Queréis?-pregunta Natalia comiéndose una chuche.
-¡Claro!-dice Eli cogiendo otra.

La verdad, es que tengo mucha hambre. Total, si Natalia se las está comiendo y no se ha muerto es que no están envenenadas. Así que, acepto y cojo una e intercambiamos nuestros WhatsApp.

-¡Qué coñazo! Cómo si fuera a pasar mucho tiempo en la biblioteca.-protesta Natalia mientras resopla.

En la actualidad…

Estamos en la biblioteca. Estudiando. Eli, Nati y yo. Sí, señores. ¡Eso que Nati no iba a pisar mucho! Pues lo pisa demasiado, se pasa aquí las horas estudiando. Me espatarro en la silla y cruzo las manos sobre mi estómago.

-Necesito un descanso.-le digo a las chicas.-¿Me lo explicas ahora de nuevo, Eli?
-Claro.-dice terminando de anotar unas cosas.
-No lo entiendo, no pegas un palo al agua y luego aciertas la respuesta. ¿Cuánto da este ejercicio?-dice Nati señalando un ejercicio.
-Según mi lógica, 64 bits.
-Pues no. Ah, pues sí.-dice Nati mirando la solución.-Pero no atinas a resolverlo.
-Anda, pero si tú tampoco.-digo y empezamos las tres a reírnos.

            Así estamos siempre, de risa y cachondeo. Eli es la lista y la que cuando tenemos un examen dice: ¡Voy a suspender, lo llevo fatal! Y cundo le dan la nota y, es una buena nota, te dan ganas de ir tras ella y cortarle el cuello con la primera arma que encuentras. Pero en el fondo, la quiero.
            Nati, es la que me explica las cosas una y otra vez. Soy un poco espesa en algunas asignaturas. Ah, y también es nuestra fuente de alimentación de guarrerías. ¡Somos las tres unas glotonas! Comida que vemos nos la comemos, menos las de los folletos, que esa nos da hambre. Aunque, Eli es la que más piensa en comida, pero a Nati le suena la tripa más.

Pero, así somos nosotras tres. No podemos vivir la una sin las otras.






No hay comentarios:

Publicar un comentario

¡No olvides dejar tu comentario!